COMO LIMPIAR LOS MUEBLES DE EXTERIOR

Como limpiar los muebles de exterior

De madera, de hierro, de fibras, de resina... Casi todos los muebles de exterior se limpian con agua y jabón, pero hay que aplicarles tratamientos específicos para que duren mucho más y estén listos cuando estrenamos temporada.

Agua salada para las fibras

La ventaja de los muebles de bambú, de ratán y de otras fibras vegetales es que son ligeros y resistentes, pero suelen acumular polvo en el trenzado y las uniones. Para eliminarlo, utiliza un aspirador (uno de mano, inalámbrico, será más cómodo) o un cepillo suave de cerdas largas. Para limpiar los muebles usa una esponja humedecida en una solución de agua con sal y seca con un paño que no deje pelusa. Por último, aplica una capa de barniz incoloro para exteriores a los que estén a la intemperie: los protegerá del sol, de la lluvia y de los cambios de temperatura. Pega las uniones Las uniones son el punto débil de los muebles de fibra natural. Aunque suelen estar reforzadas, se aflojan con el uso y el paso del tiempo. Es el momento de revisarlas: si están sueltas, pégalas con cola para madera antes de que se rompan. Y, siempre que puedas, guarda los muebles bajo cubierto.

Fibras sintéticas, con agua y jabón.

Las fibras sintéticas que imitan el ratán, el bambú o el mimbre, son duraderas y resistentes a la intemperie. Además, son muy fáciles de mantener porque están hechas a base de plásticos y resinas que se lavan con agua y jabón. Resisten incluso el agua salada y el cloro, la única precaución que hay que tener es secarlas bien con un paño para evitar que el agua deje marcas al evaporarse. Pero con el paso del tiempo también terminan perdiendo su brillo natural y aunque en el mercado existen productos específicos que ayudan a recuperarlo, lo mejor es intentar que no se deterioren con el exceso de sol. Por eso, al final del verano, cubre los muebles o resguárdalos de la intemperie. Renuévalos con pintura en aerosol. Cuando la fibra ha perdido color o está muy deteriorada, lo mejor es pintar los muebles con un aerosol, que penetra mejor en la trama. Usa un tinte natural como la nogalina (si no están barnizados), un barniz de un tono más oscuro que la fibra para disimular los desperfectos, o una pintura de color. Para un acabado uniforme, aplícalos a ráfagas cortas, y a la distancia indicada en el envase.

Elimina las manchas con vinagre

Cuando los muebles de fibras sintéticas son nuevos, las manchas son fáciles de quitar simplemente con jabón, pero cuando son más antiguos, la superficie se va deteriorando, las manchas penetran en la fibra y es más difícil eliminarlas. Si son oscuras, límpialas con alcohol o con un poco de vinagre blanco caliente. Si persisten, mezcla el vinagre con bicarbonato y frota suavemente. Dos veces al año aplica a los muebles de madera una protección extra con aceite de teca, aceite de linaza o lasur. Elige el más adecuado a tus muebles –los hay incoloros y otros que oscurecen la madera– y extiéndelo frotando con un algodón. Además de renovar los muebles, los protegerás contra hongos e insectos. No apliques el aceite a pleno sol, pues puede quedar pegajoso, trabaja en un espacio ventilado y no uses los muebles en las siguientes 48 horas.

Limpiar muebles de aluminio

El aluminio es un material en alza para su uso exterior por su resistencia al sol, a la lluvia y al agua de riego. Es más ligero que el hierro y permite acabados vanguardistas, bien anodizados con efecto de oro y bronce, o lacados en colores. Las manchas se quitan fácilmente pasando simplemente un paño con agua jabonosa, aclarando y secando. No utilices productos abrasivos, podrías dañar su estructura.

Muebles de resina y toldos

Los muebles de resina se limpian con una esponja o trapo húmedo y un poco de jabón. Ten en cuenta que si se deterioran mucho y se manchan, puede que sea imposible recuperarlos, por eso es importante limpiarlos a menudo y cubrirlos cuando no se utilicen. En los toldos de fibra acrílica, para eliminar el polvo basta con pasar un aspirador o aire a presión, pero nunca frotar ni utilizar sustancias abrasivas. En húmedo, utiliza una esponja o cepillo suave y agua con jabón, enjuaga y deja secar el toldo totalmente desplegado. Algunos fabricantes disponen de productos específicos, como espumas limpiadoras que crean una película antiestática y tienen un agradable perfume.


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